Concibo esta obra como metáfora de la mujer,
dentro de ella se encuentra gran parte de las herramientas necesarias para
iniciar su camino hacia la sanación.
El reencuentro con su ser interior sólo puede darse a
partir de su propio cuerpo.
Considero que hacer DUELOS por lo vivido y EXPULSAR la
tristeza, el dolor, la culpa es un camino que puede llevarla al
AUTOCONOCIMIENTO.
También es de vital importancia el entorno afectivo, VÍNCULOS
que favorezcan la escucha desde el AMOR.
Este arduo proceso solo será posible con CORAJE, valentía
y fortaleza, teniendo la certeza de que la JUSTICIA aliviará de alguna manera
lo sufrido.
Cuando sanamos aprendemos a respetarnos a nosotros mismos
y a encontrar nuestra propia voz.
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